Porque la lectura es la base de todo conocimiento, nuestro colegio viene insistiendo en su fomento desde hace varios años. Pero el fomento de la lectura debe llevarse a cabo también desde casa, y ahí las madres y padres juegan un papel fundamental.
Cuanto más
temprano estén expuestos tus hijos al fascinante mundo de los
libros, ¡mejor! Como padre y madre eres su primer educador, ellos
aprenderán de ti no sólo por la dedicación y el empeño que
demuestres en su desarrollo, sino además con el buen ejemplo.
Ahora
bien, ¿cómo los puedes ayudar a desarrollar el interés por la
lectura? Si ardua es la tarea de alfabetización, resulta más
difícil viviendo en un mundo liderado por la tecnología en donde la
televisión y las videoconsolas son los protagonistas. ¿Cómo hacer
para que tus niños dediquen menos tiempo a la televisión y más
tiempo a la lectura? Más difícil aún, ¿cómo puedes lograr que
cambien los videojuegos por libros? Puedes estar pensando que lograr
esto es misión imposible.
Pero esto
no es así... piensa que es tan sencillo como tan sólo comenzar a
regalarles libros. Los padres gastan mucho dinero en juguetes, y no
hay mejor tesoro que regalar un libro. ¡Comencemos regalando libros
a nuestros hijos!
Sobre cómo
sembrar la semilla de la curiosidad por la lectura en los niños,
desde qué edad y con qué herramientas, hay autores que señalan que
el ejemplo que ven los hijos en sus padres es muy importante. Los
niños aprenden con el ejemplo, tienes que tener libros en la casa,
léeles todos los días, si son muy pequeñitos, usa libros con
diseños e ilustraciones llamativas, puedes también usar dibujos o
fotos y luego le haces preguntas y le pides que te cuenten ellos una
historia.
ESTRATEGIAS
CON NIÑ@S DE EDUCACIÓN PRIMARIA
·
Anima a tu hijo a leer otro libro. Encuentra
la manera de animar a tu hijo a leer. Si le gusta un libro, busca
otro con un tema similar o del mismo autor. Pídele al tutor de tu
hijo que te aconseje libros de lectura interesantes y propios para su
edad.
·
Túrnate para leer.
Cuando tu hijo sepa leer, pídele que te lea en voz alta todos los
días. Así, os podréis turnar: tú lees una página y el niño la
siguiente.
· Haz
conexiones con la vida de tu hijo. Ayúdale
a conectar lo que lee en los libros con lo que ocurre en la vida. Si
leen un libro sobre la familia, menciona por ejemplo en qué se
parece o se diferencia lo que ocurre en el cuento a lo que ocurre en
su familia.
·
Incentiva al niño a leer.
Anima a tu niño a leer a la hora de acostarse. Ofrécele escoger
entre leer o dormir. La mayoría de los niños elige leer, siempre y
cuando no se les ofrezca algo más tentador (como la televisión).
·
Trata distintos tipos de libros y revistas.
Anima a tu hijo a leer distintos tipos de libros, artículos o
cuentos. Hay revistas que los niños pueden leer, pero ¡ojo! revisa
antes su contenido y empieza a enseñar a los niños a leer de una
forma crítica y reflexiva.